martes, 19 de abril de 2022

LA PEDAGOGÍA EN LA UNIVERSIDAD MEDIEVAL ESPAÑOLA. MÉTODOS DOCENTES: ENSEÑANZAS, GRADOS Y CÁTEDRAS. III CÁTEDRAS.


III. CÁTEDRAS.

La cátedra, palabra que deriva del latín “cathedra” fue inicialmente utilizada para designar el sillón en que se sentaba el obispo en los oficios litúrgicos.

En el ámbito universitario adquiere varios significados; Puede referirse al "empleo y ejercicio del catedrático", o a el aula y el asiento elevado desde donde el profesor imparte las lecciones a sus alumnos, hasta la materia en particular que enseña un catedrático.

En la Edad Media las cátedras se clasificaron como “cátedra de prima” o “cátedra de vísperas” de la facultad y universidad correspondiente.

La diferencia entre ambas era que mientras que la “cátedra de vísperas” era de menor prestigio, se daba clase a horas vespertinas y estaba peor retribuida, la “de prima” era la de mayor prestigio, contaba con la ventaja de darse en las mejores horas y, sobre todo, con un sueldo muy superior.

Tenemos el ejemplo de la Universidad de Alcalá de Henares, en la que la de medicina “de vísperas” estaba pagada con 80 ducados y la “de prima” con 200, por eso era muy frecuente que los catedráticos “de vísperas” optasen a las vacantes “de prima” cada vez que se convocaban.

Todas las plazas se dotaban por oposición, se concedían por seis años y, una vez transcurridos quedaban vacantes y se convocaban de nuevo, pudiéndose renovar.

Alfonso X elevó el Estudio General de Salamanca al rango de Universidad en 1254, creando las primeras 11 cátedras oficiales: Derecho Canónico, Derecho Civil, Medicina, Lógica-filosofía, Gramática y Música entre otras, marcando las disciplinas con cargo a las tercias reales que a su vez eran pagadas al diezmo eclesiástico.

Fernando IV en 1300 confirma la asignación, y en 1342 este mismo rey concede al Concejo de Valladolid, con destino a la universidad, veinte mil maravedíes. La dotación para la cátedra podía provenir de distintas fuentes, y como residuo del viejo sistema universitario subsistió lo que se conoció por “la collecta” o pago particular de los alumnos al profesor ya presente en el mundo romano.

El autor Pérez de Benavides señala que esta práctica ya fue la preferida de doctores boloñeses que así podían mantenerse independientemente de los poderes públicos y que el primer doctor que gozó del “stipendium” oficial en Bolonia fue el canonista español García, contratado por 150 libras al año. En Salamanca existieron colectas hasta 1480.

Las cátedras eran ocupadas por aquellos que ganaban la oposición. Tras la actuación de los candidatos a esta, votaban los miembros de la Universidad incluidos los escolares.

Sorprende que el voto escolar fuera una institución avanzada en aquella época. Para Beltrán Heredia fue la clave del extraordinario desarrollo de la universidad hasta el S. XVII. Otros como González de la Calle, en su trabajo de 1933, hablan de los males del voto escolar.

Hemos de decir que la pureza de este voto fue defendida por los reyes que tomaron continuas precauciones para evitar sobornos o promesas y, después de varias idas y venidas, fue suprimido definitivamente en 1641.